CIUDADES EDUCADORAS
En primer lugar, antes de definir qué son las ciudades
educadoras como tal, habría que hacer mención a que la ciudad dispone de
incontables posibilidades educadoras y presenta elementos importantes para una
formación integral: puesto que es un sistema complejo y actúa como un agente
educativo permanente, plural y poliédrico, capaz de contrarrestar los efectos
negativos que pueden ir en contra de la educación (factores deseducativos).
Dicho esto, sería necesario aclarar que cada ciudad tiene su
propia personalidad dependiendo del lugar en el cuál se encuentre situada,
además, cabe destacar, que para que se produzca un mejor desarrollo de las
funciones que debe cumplir una ciudad para ser de dicho estilo, ha de
relacionarse con su entorno, con otros núcleos urbanos, e incluso por qué no
con ciudades de otros países.
Ahora sí, podríamos pasar ya a definir qué se entiende por
ciudad educadora. Bajo mi punto de vista, considero que una ciudad educadora es
aquella que tiene en cuenta la formación, promoción y desarrollo de todos sus
habitantes, independientemente de la edad que tengan, ya que el objetivo
primordial de estas ciudades, sería enriquecer la vida de sus habitantes a
través de acciones como las de compartir, intercambiar, aprender, etc. para que
éstos puedan desarrollar su propio potencial humano, de forma singular, con
creatividad y responsabilidad para promover condiciones de plena igualdad donde
todos puedan sentirse respetados y ser respetuosos.
A través de todos estos mecanismos, se podría conseguir una
verdadera sociedad del conocimiento y en la cual no hubiera lugar para las
exclusiones, puesto que este tipo de ciudades estaría formando a sus habitantes
para que se adapten y participen de forma activa en un mundo que vive
constantes cambios, muchos de ellos producidos por el efecto de la
globalización.
Por ello, uno de los retos de la ciudad educadora es
promover el equilibrio y la armonía entre identidad y diversidad, es decir, que
la ciudad educadora debe ser una garantía de los principios de igualdad entre
todas las personas, de justicia social y de equilibrio territorial.
1-
Porque defiende que todos los habitantes de una
ciudad tendrán el derecho a disfrutar, en condiciones de libertad e igualdad,
de los medios y oportunidades de formación, entretenimiento y desarrollo
personal. También porque renueva permanentemente su compromiso con la formación
de sus habitantes a lo largo de la vida en los más diversos aspectos y tiene en
cuenta todos los grupos, con sus necesidades particulares, de esta forma,
contribuye a suprimir los obstáculos de cualquier tipo, incluidas las barreras
físicas, que impidan el ejercicio del derecho a la igualdad.
4- Porque propone que las políticas municipales
de carácter educativo se entenderán siempre referidas a un contexto más amplio
inspirado en los principios de la justicia social, el civismo democrático, la
calidad de vida y la promoción de sus habitantes.
8- Porque tiene en cuenta las nuevas
transformaciones y a su vez respeta los referentes del pasado. Recalca que el
impacto urbano influye en el desarrollo de todos los individuos, en la
integración de sus aspiraciones personales y sociales y que puede actuar contra
la segregación de generaciones y de personas de diferentes culturas, las cuales
tienen mucho que aprender unas de otras. Potencia que la ordenación del espacio
físico urbano atienda las necesidades de accesibilidad, autonomía, encuentro,
relación, juego y esparcimiento con el fin de otorgar un entorno amable y
respetuoso para todas las personas.
18- Porque promueve el
asociacionismo como forma de participación y la responsabilidad compartida,
para realizar actuaciones al servicio de la comunidad, obtener y difundir
información, materiales e ideas para el desarrollo social, moral y cultural de
las personas. A su vez, contribuirá en la planificación y gestión que conlleva
la vida asociativa.
20- Porque ofrece a todos sus
habitantes y en beneficio de la comunidad, formación en valores y prácticas de
ciudadanía democrática: el respeto, la tolerancia, la participación, la
responsabilidad y el interés por lo público, por sus programas, sus bienes y sus
servicios.
http://www.uned.es/educacionXX1/pdfs/04-04.pdf